A lo largo de los años la forma de comprar de las personas ha cambiado en gran medida. Ahora nos encontramos ante muchas más opciones y facilidades. Parte de este cambio se ha producido de la mano de las redes sociales, pero también del email marketing, que no deja de ser otra forma de vender.
Las empresas han pasado de preguntarse qué son las redes sociales y para qué sirven a verlas como importantes herramientas de las que obtener información de los usuarios. Una información de lo más valiosa que nos llega a decir quiénes quieren algo y en qué momento lo quieren. Así, podemos estar listos para ofrecérselo justo cuando ellos lo están buscando. ¿Suena interesante, verdad? Y lo es.
A través de las redes sociales no sólo se consigue compartir contenido con miles de seguidores sino que se puede llegar a vender. Quizás no te has parado a pensarlo, pero cuando una persona accede a ellas lo hace de una forma relajada, como parte de los hábitos que han adquirido en su rutina. Y, ahí, es donde una empresa puede dar justo en el clavo.
Además, si un negocio tiene presencia en las redes sociales demuestra que es capaz de adaptarse a las novedades tecnológicas y afrontar los cambios. Eso sí, para disfrutar de todas las ventajas de las redes sociales no sólo es importante tenerlas sino dedicarles tiempo y esfuerzo.
Algunas de las ventajas más relevantes para una empresa de tener redes sociales son:
- Refuerzo de la marca. Porque el público la percibe mucho más transparente y cercana.
- Segmentación de target. En lugar de lanzar un anuncio a la población en general, podemos decidir a qué personas se lo hacemos ver. Así, nos aseguramos unas ventas potenciales mayores.
- Una forma más de atención al cliente.
- Oportunidad de estrechar el vínculo con clientes o potenciales clientes. En cualquier caso, la comunicación siempre es imprescindible. A través de las redes sociales podemos responder dudas, nos pueden hacer sugerencias, se pueden resolver problemas… Y, así, se crea también la fidelización.
- Atraer tráfico a la web. Porque ayuda a generar linkbuilding.
- Mejorar el posicionamiento orgánico. Que, al final, es el objetivo de cualquier empresa: aparecer en los primeros puestos de las búsquedas.
- Obtención de información relevante para análisis. Sobre hábitos de consumo, intereses, cambios de éstos, modas… Es importante escuchar y ver qué es lo que hace el público porque estará indicando, claramente, qué quiere adquirir.
- Oportunidad de conseguir una difusión mayor a un coste reducido. En las redes se pueden llevar a cabo promociones, concursos o regalos exclusivos. En cualquier caso, sirven como escaparate.
Crear un perfil en las redes sociales
Como ocurre con todas las modas, las redes sociales más en auge van cambiando con el tiempo. Algunas de las que no pueden faltar son Instagram y Facebook. Ambas cuentan con una gran cantidad de usuarios y ofrecen la posibilidad de llegar al público con componentes audiovisuales. También dependerá de qué tipo de empresa esté detrás y de qué es lo que quiera vender porque cada red social tiene sus puntos fuertes.
Además de las ya citadas las redes sociales más importantes son Twitter, LinkedIn, TikTok, YouTube, WhatsApp y Google. Ésta última no se emplea tanto pero hay que tener una cosa clara: es un servicio de Google. Partiendo de la base de que Google es el buscador más usado, no parece una mala idea contar con su red social.
Otra cosa a tener en cuenta es que puedes ver los resultados de tus campañas en redes sociales en Google Analytics.Con él sabremos, por ejemplo, el tráfico que se ha generado, qué usuarios se han convertido en clientes, el número de ventas o los artículos más leídos.
Y estamos de enhorabuena porque para vender a través de las redes sociales lo único que se necesita es un perfil profesional. Con éste tendremos las mismas opciones que con uno personal y, además, algunas extra como habilitar chats, crear concursos y dar la opción de la compra.
Ya mencionamos que la gran ventaja de vender a través de las redes sociales radica en que el cliente se encuentra en un entorno relajado y que la clave es hacerle saber que cuenta con un trato único y personal. Obviamente, cada red social sirve para un sector concreto.
Facebook. Con Facebook ads podemos segmentar a nuestro público y crear campañas personalizadas. Además, ofrece la opción de crear grupos y eventos, dos de sus puntos fuertes. Nos encontramos con hombres y mujeres de todas las edades pero, sobretodo, con población adulta.
Instagram. Su público es más joven. Aquí los influencers han encontrado su reino particular y también de esto pueden servirse las empresas, al igual que ocurre con YouTube o TikTok. La carga visual es enorme en ellos y es por esto por el que empresas con productos de belleza o marcas de moda han hecho su gran apuesta.
Twitter. La segmentación aquí es de gente sobretodo adulta. Se emplea más para dar información que para ventas en sí.
LinkedIn. Su punto fuerte es que es una red profesional. Aquí se busca empleo y empleados, pero también puede servir para mejorar nuestro comercio, sobretodo a la hora de encontrar proveedores o similares. Es ideal para vender productos relacionados con la formación profesional.
WhatsApp Business. A través de su chat se permite la venta de productos.
Optimizar las redes sociales e interactuar con el cliente
Partimos de la base de que ya hemos creado un perfil profesional en las redes sociales en las que podamos tener interés de cara a una empresa. Será siempre más recomendable contar con menos redes, pero cuidadas y actualizadas, que tratar de tener todas y dejarlas abandonadas. Y es tan importante el conocer cada una de éstas redes y sus puntos fuertes como el hecho de no perder de vista con qué empresa se cuenta y qué es lo que se trata de vender. Sólo así nos podremos servir de aquello que pueda resultar más beneficioso en cada caso en particular.
Las redes sociales se irán modificando y haciéndolas más nuestras a través de contenido. Hablamos de imágenes, pero también de vídeos, de post… Pero todos ellos siempre con una estrategia detrás bien pensada, sin perder de vista quién es nuestro público objetivo. En este punto puede ser fundamental el contar con una empresa de este sector específico que nos ayude para que todo el tiempo, esfuerzo y dinero invertidos tengan un objetivo claro.
También es fundamental en las redes sociales el cuidar la interacción con los usuarios. Si se hace bien serán ellos mismos los que den un paso adelante compartiendo nuestras publicaciones y hasta recomendando lo que vendemos. Esto de por sí es oro porque la gente se deja guiar, y mucho, por las opiniones de los que consideran sus iguales.
Por último, nos podemos ayudar de los medios pagados para llegar a más gente y tener más repercusión. Hablamos, en este caso, de la publicidad en redes sociales. Lo mismo ocurre cuando se cuenta con algún influencer, supone un coste directo pero es a calcular qué beneficios puede aportar.
En resumidas cuentas podemos concluir que toda empresa que quiera estar al día debe contar con dos cosas en la actualidad: un sitio web y redes sociales profesionales.
Las personas no sólo han perdido el miedo inicial a adquirir bienes o servicios en la Red es que ahora lo llegan a preferir como un medio donde se encuentra mucha más oferta y, por tanto, precios más competitivos. Y esto por no hablar del hecho de que pueden buscar las referencias de otras personas antes de dar el paso definitivo.
Las redes sociales sirven, entre otras cosas, para hacer que el público se sienta como parte de la ‘familia’ de una determinada empresa y no sólo como el sujeto al que venderle algo. Sus opiniones o sus gustos son tomados en cuenta hasta el punto de poder cambiar una estrategia. Esto se valora positivamente y lleva a la acción de compra. Es fundamental a través de la redes el mantener una atención al cliente constante que, si bien nunca puede dejar de ser profesional, nos ayuda a hacerla mucho más cercana.
La clave con las redes sociales es convencer al público de que tiene ciertas necesidades, de que lo que se le ofrece es lo que quiere y de que la empresa está siempre ahí para escuchar lo que pueda necesitar.
Por supuesto, será fundamental que todos los datos que se generan en las mismas sean analizados para seguir mejorando y aproximándose al verdadero público objetivo. Además, no se puede perder de vista que cada red social cuenta con unas características propias por lo que es importante elegir siempre aquellas que más nos puedan convenir.