Campañas de Marketing: Beneficios para una Empresa y Pasos a Seguir

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Empecemos por el principio porque habrá quienes piensen que las campañas de marketing son, simplemente, publicidad. Y nada más lejos de la realidad. Las campañas de marketing, y en su versión online las campañas de marketing digital, son un conjunto de estrategias pensadas por una empresa con un objetivo claro: darse a conocer. Si alguna vez has entrado en una Red Social y has visto un anuncio, eso mismo ya forma parte de una campaña de marketing.

Los beneficios que aportan las campañas de marketing a una empresa son variados, pero se puede empezar por la base de que acerca ese bien o servicio con el que se cuenta al público. Además, contando con un estudio previo y, por supuesto, teniendo en cuenta campañas previas se pueden hacer predicciones y relanzar productos que tuvieron éxito en una determinada época. Esto ocurre, sobre todo, en fechas señaladas como San Valentín, el día de la madre o padre o Navidad. El momento en el marketing lo es todo.

Algunas de las mejores campañas de marketing, para aumentar aún más sus beneficios, se aprovechan de la segmentación. Ya no es sólo importante el cuándo y el dónde sino a quién nos dirigimos. Gracias a Internet esto se puede hacer de una manera mucho más sencilla. De hecho, el marketing digital también ofrece un contacto mucho más directo con el público y la posibilidad de que la campaña de marketing en sí se vuelva viral, llegando todavía a muchas más personas y, por tanto, aumentando las posibilidades venta.

Por qué es importante una campaña de marketing

Cualquier empresa, con independencia de lo que ofrezca, cuenta con unos recursos limitados. La idea de las campañas de marketing es aprovechar lo que tienen y tratar de conseguir mayores beneficios llegando a su público objetivo a través de la publicidad.

Previo a esto, por supuesto, se llevan a cabo diferentes estudios para lanzar el mensaje apropiado al público de interés y tratando de mover a la acción. Una vez realizada la investigación es importante crear un plan de marketing o un plan de marketing digital, en el caso de que ese sea el ámbito. Ahora que ya sabemos lo que queremos conseguir, vamos a organizar la campaña que tenemos en mente, así como todas las acciones necesarias clasificadas por orden de prioridad. Por último, faltaría su ejecución.

Por qué las campañas de marketing funcionan y qué pasos seguir para lograrlo

Exactamente igual que ocurre con el plan de marketing, para las campañas de marketing necesitamos seguir unos pasos concretos que nos ayudarán a desarrollarlas y a que éstas funcionen.

Definición de objetivos

Como siempre, lo importante es empezar por lo más básico. Antes de lanzarnos a crear presupuestos o a tener ideas brillantes lo fundamental es definir, con la mayor precisión posible, los objetivos que se quieren alcanzar. Y, por supuesto, pensar en que estos objetivos sean posibles con los recursos que se tienen y en un plazo de tiempo determinado.

Es más, las campañas de marketing exitosas se centran en este punto en ser lo más detallistas posibles. Por ejemplo, no bastará con tratar de alcanzar a un público mayor. Eso, de hecho, se puede dar por sentado. O el querer conseguir más ventas. Es mucho mejor, y ayuda a desarrollar el trabajo en sí, el establecer objetivos como: llevar a cabo campañas de fidelización o tratar de conseguir un aumento de ventas determinado. Recordemos que, al final del proceso, todo deberá ser evaluado. Resultará mucho más sencillo saber si estamos donde queríamos si los objetivos son claros y concisos.

Definir al público objetivo

Si todavía no lo has hecho, este es el momento para llevar a cabo un estudio que identifique, de la mejor manera posible, a tu público objetivo. El propósito de esto será entender a quién te vas a dirigir, cuáles son sus gustos, sus preferencias, sus hábitos de consumo… En definitiva, detalles que te harán conectar con ellos mucho mejor y, por tanto, aumentar las posibilidades de venta.

En este punto el marketing digital tiene una gran ventaja respecto al tradicional porque, a través de sus mismos actos, los consumidores ya nos están dando información valiosísima para la empresa. Y, además, podemos segmentar todo lo que queramos para usar nuestros recursos sólo en aquello en lo que podamos tener interés, que siempre será en lo que potencialmente nos puede ofrecer unos mayores beneficios. Aunque este punto sea más sencillo de desarrollar para un ecommerce es un paso que debe hacerse no sólo en éstos sino para cualquier tipo de negocio.

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Evaluar a la competencia

Para movernos en un mercado es importante conocer qué se encuentra ya en él. Y, por supuesto, parte del entorno estará conformado por los competidores. De ellos nos podemos servir de muchas más cosas de lo que pudiera parecer a primera vista. Por un lado, si conocemos que están teniendo mucho éxito, y esto es algo que podrá saberse fácilmente con la repercusión de sus campañas, podemos tratar de repetir su ejemplo.

No es tanto una cuestión de plagiar lo que hacen, pero sí de prestar atención a lo que les está suponiendo beneficios. De igual manera, sus fracasos también pueden ser nuestros éxitos. O, al menos, nos pueden evitar pérdidas. Si vemos que hay algo que no funciona, mucho mejor evitarlo directamente. Una buena idea en este punto es llevar a cabo el test DAFO que nos habla de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de la empresa en sí, pero también con respecto a los competidores.

Revisar el presupuesto

Aquí entran en juego varios factores y no sólo el hecho de la cantidad de dinero con el que cuenta la empresa para invertir y conseguir que ésta tenga éxito. Por un lado, debemos ser conscientes del poder adquisitivo del público objetivo al que nos dirigimos. Incluso suponiendo que hemos encontrado el bien o servicio perfecto para ese público determinado, de nada servirá una campaña si el mismo no puede, sencillamente, permitírselo.

Y esto parece una obviedad pero es uno de los motivos por el que las campañas de marketing exitosas actuales tienen tan buena acogida. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en Ikea. Te ofrece los muebles de la temporada y, además, lo hace a precios sin competencia porque sabe que es ahí donde está su público. Por supuesto, no menos importante será el hacer las cuentas de la empresa y ver lo que ésta se puede permitir tratando de calcular el ROI más aproximado posible. Es decir, que se recupere al menos lo invertido consiguiendo alguna ganancia.

Elección de medios

Las posibilidades son muchas. Nos encontramos con revistas, periódicos, folletos, radio, televisión, redes sociales… Lo importante aquí será saber que cada medio cuenta con unas características concretas. Incluso podemos decir que algunos medios tienen un público bastante definido. No es que las personas mayores no puedan acceder a Internet, pero lo hacen menos. Casi a la inversa ocurrirá con la radio, por ejemplo. Siendo así, el punto número 2 que ya habremos desarrollado se hará fundamental.

Además, las características de cada medio nos ofrecen opciones muy concretas. Si queremos llegar a través de una imagen, por supuesto, la radio quedaría descartada. En realidad, será una cuestión de evaluar lo que estamos ofreciendo y de ver qué medio puede encajar mejor con esto. Si los pasos anteriores se han desarrollado bien, éste será bastante sencillo de ejecutar porque conoceremos no sólo al público sino también a la competencia, nuestros objetivos y el presupuesto con el que contamos.

Desarrollar el mensaje

El mensaje que se lance desde ser el adecuado para el público objetivo que se haya marcado. Cada audiencia tiene gustos, preferencias y hábitos diferentes. Es más, eso es lo que les caracteriza y los hace únicos. Siendo así debemos entender a nuestro público como a un grupo con unas necesidades concretas que estamos dispuestos a satisfacer. Esto último es donde deberemos dar un gran énfasis dentro del mensaje.

El punto fuerte, la gran idea en torno a la cual girará toda la campaña de marketing, debe definirse con claridad justo donde el bien o servicio destaca más para que así sea fácilmente reconocible. Y, por supuesto, para que sea más sencillo que el público lo recuerde. Una buena campaña de marketing queda grabada en la memoria colectiva.

Y, a veces, lo hace por un simple pero acertado mensaje. Con la idea clara lo importante es desarrollar una campaña donde las palabras y las imágenes sean claras y atractivas. Si es así, moverá al cliente a la acción. Si no, pasará a otra cosa.

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Evaluar los resultados

Y llegamos al punto final de cualquier campaña de marketing, pero no por ello menos importante.Es ahora cuando es necesario llevar a cabo una medición para poder avaluar hasta qué punto la campaña que hemos desarrollado ha sido eficaz.

La clave estará en elegir qué método de evaluación emplear y para ello tendrá mucho que ver las medidas que se hayan llevado a cabo. Por ejemplo, si se han repartido cupones de descuento para lanzar un producto, será muy sencillo ver y contar si el beneficio ha aumentado gracias a ellos o no.

Bastará con ver cuántos de esos cupones se han usado. Y aunque este sea el último de los puntos no quiere decir que sólo haya que tenerlo en cuenta al final. Es más, para que la evaluación de la campaña sea lo más precisa posible ya desde el principio se tendrá que estar analizando. Sólo de esta manera se podrán llevar a cabo correcciones y mejorar. Todas ellas pensadas en alcanzar los objetivos propuestos.

Podemos concluir afirmando que las campañas de marketing son fundamentales para todo tipo de empresas. No nos podemos quedar con la parte superficial y pensar que éstas son mera publicidad. Detrás hay mucho trabajo y esfuerzo, además de una investigación inicial. Cuando se tiene el punto de partida claro, se cuenta con los conocimientos básicos para poder lanzar, ahora sí, una publicidad concreta.

Sabiendo que cualquier campaña supone un coste para la empresa, ésta deberá ser analizada definiendo al público objetivo, conociendo a la competencia, estableciendo los objetivos a alcanzar, desarrollando un mensaje y eligiendo un medio. Y, por supuesto, teniendo en cuenta el presupuesto con el que se parte y haciendo análisis constantes para poder llevar a cabo los cambios oportunos en el caso de que estos sean necesarios.

De hecho, sin todo lo anterior, no se puede llevar a cabo una campaña de marketing. Al máximo, se lanzará una publicidad con cero garantías y con unos costes importantes. Hay que entender que las campañas toman su tiempo. Es más como tener en mente el concepto de sembrar algo para poder recogerlo más adelante. En ocasiones la campaña de marketing no se basa sólo en conseguir más ventas. Incluso puede que ese no sea ni el objetivo principal. A veces, puede ser más una cuestión de crear una imagen de la empresa. Si esto se hace bien, las ventas vendrán después.

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