En este post te vamos a explicar qué es big data y para qué sirve. Es muy probable que, de una u otra fuente, hayas oído hablar del término big data y que, aunque no tengas mucha idea sobre lo que es y tu inglés pueda ser algo básico, una idea general te venga a la cabeza. Lo que sí que es cierto es que cuando se entiende, de verdad, qué es el big data también se ven todas las posibilidades que ofrece y para qué puede servir.
Como definición más básica podemos decir que el big data serían todas aquellas tecnologías que han sido creadas con el objetivo de recopilar, analizar y gestionar todos aquellos datos que van generando los usuarios cuando navegan por Internet.
Si lo pensamos un instante la cantidad de datos de los que estaríamos hablando son muchos y constantes y es por esto por lo que necesitamos un almacén de datos donde poder guardarlos, pero no solo. Si se recopilan datos pero no se usan para nada su función es, verdaderamente, limitada.
En cambio, si llevamos a cabo un procesamiento de datos y un análisis nos podemos encontrar con, por ejemplo, patrones de conducta y esto nos llevará a poder desarrollar un proyecto de big data y a una toma de decisiones con una base de información clara.
¿Qué es Big Data y Para qué Sirve?
Así es, aunque cuando navegamos por Internet y sin darnos cuenta vamos dejando cantidades de datos enormes sobre nuestro comportamiento: qué páginas nos interesan, a qué préstamos más atención, en qué horarios o días nos conectamos… Cosas que, a simple vista, pueden parecer insignificantes, pero que no lo son en absoluto si se saben leer bien e interpretar.
Obviamente en esto una buena agencia de marketing digital puede hacer la diferencia, sea para implementar el big data, que para tratar con él y saber extraer la información más pertinente e interesante para la empresa en cuestión.
El análisis de datos de todo aquello en lo que dejamos huella ayudará a cualquier empresa a acercarnos, de la mejor manera posible, sus productos y servicios y no solo, a hacerlo a quienes pueden tener más interés en ellos por lo que las probabilidades de éxito que, al final, siempre se traducen en ventas, aumentan.
Esto, quizás, es más sencillo de entender con un simple ejemplo. Si a una persona que está buscando un viaje para irse de vacaciones le aparece como sugerencia una oferta de un pack de vuelo más hotel en los lugares en los que estaba buscando, es más probable que compre ese servicio que otra que tiene cero interés porque, quizás, en esas fechas simplemente trabaja.
El primero ha ido dejando su huella en el buscador, en las páginas que ha visitado, en las keyword que ha buscado… Y eso ha llevado a poder proporcionarle una oferta que, si bien no es seguro al 100% le pueda interesar, desde luego tiene mucho que ver con lo que esa persona, de por sí, estaba buscando sin que nadie se lo ofreciera.
En cualquier caso el big data es una cantidad ingente de información porque estamos hablando de un caso en concreto, de una única persona, pero sí lo multiplicamos por todos los usuarios de Internet podremos hacernos una idea del volumen a manejar. Además, el big data se refiere a los datos que se generan al navegar por Internet pero no solo a estos, también incluye los datos crudos generados por los usuario de diferentes servicios o aplicaciones.
Como las cantidades de datos de los que estamos hablando son, verdaderamente, considerables es lógico que las empresas empleen herramientas de big data para obtener ventajas competitivas respecto a las demás.
Usos del big data
Seguramente ya hayamos empezado a entender un poco mejor qué es esto del big data teniendo claro, además, que big data y creación de perfiles de usuario son dos cosas distintas. Cuando hablamos de big data siempre nos estamos refiriendo a la búsqueda de patrones generales compartidos y unificados por determinados usuarios, no se hace referencia a una persona en particular. Y, ¿para qué nos sirve este tipo de información?
En realidad estos conjuntos de datos se pueden emplear para muchas cosas y puede que en futuro hasta se desarrollen nuevas aplicaciones. En cualquier caso, estos podrían ser algunos de los usos más comunes.
- Lanzamiento de nuevos productos o servicios. A través del marketing podemos satisfacer necesidades pero también crearlas. La idea con el big data es anticiparnos a lo que nuestro público puede llegar a querer o necesitar generando modelos predictivos de productos y servicios teniendo en cuenta los intereses mostrados por los ya existentes con el fin de mejorarlos y perfeccionarlos.
- Mejorar la experiencia del cliente. A veces se ha conseguido hacer la parte más difícil y llevar al posible cliente hasta la opción de compra, pero la página web, el carrito, las opciones para pagar… no son las adecuadas o dificultan el cerrar la venta.
El saber estas cosas ayudará a que el cliente tenga una mejor experiencia y esto le facilitará el hecho de comprar, a la empresa de vender y, en general, de conseguir una buena imagen. Pequeños detalles pero, igualmente, fundamentales. Estas decisiones, siempre basadas en datos, para tratar siempre de mejorar pueden marcar la diferencia.
- Aprendizaje automático. Lo que se vendría a denominar como machine learning en inglés. Con esta técnica, que se encuadra dentro de la inteligencia artificial, lo que se trata de conseguir es que, a través de los datos que podemos obtener en este caso con el big data, las máquinas, como haría una persona, puedan aprender y modificarse a sí misma mientras procesa esos datos.
Fuentes de datos
Pero todos estos datos del big data, ¿de dónde salen? ¿Nos espían? Pues casi. Con estos ejemplos entenderás mejor cómo funciona.
- Las cookies. Seguro que has oído hablar de ellas y que al visitar alguna que otra página te han pedido permiso para emplearlas. Con las prisas casi todos decimos que sí a todas ellas. Pues bien, las cookies de los navegadores de las empresas recogen la información sobre cómo nos comportamos en ese sitio. Cosas hasta de lo más sutiles. Si hemos pasado más tiempo en una página suya que en otra, lo sabrán.
- Redes sociales. Sirven, y mucho, para llevar a cabo una buena estrategia de marketing. Cosas como qué marcas interesan más, qué temas son de interés pueden servir para tener una imagen más clara de qué ofrecer y cómo hacerlo.
- Generadas por la empresa. Determinadas empresas pueden generar este big data. Por ejemplo, a través de tarjetas de fidelización o con las tarjetas de crédito que no dejan de mostrar ciertos patrones de consumo.
- Teléfonos móviles. El saber, por ejemplo, dónde está una persona gracias al GPS activado nos lleva a poder ofrecerle servicios o productos que estén a su alcance aumentando las probabilidades de venta.
En cualquier caso, el big data es cada vez más importante para cualquier empresa. También se puede comprar base de datos, pero lo importante, en realidad, no será el contar con mucha información si no el saber gestionarla, interpretarla y sacarle el mayor partido posible.
