El tema que nos aguarda hoy es cómo definir la estrategia de email marketing: Dentro del marketing digital contamos con diversas opciones para atraer la atención de nuestro buyer persona. Algunas de ellas son el inbound marketing, hacer uso de redes sociales, contar con una landing page o invertir en SEO y SEM. En este caso, nos centraremos en el email marketing.
Para quien todavía no sepa qué es una campaña de email marketing aclarar que es, ni más ni menos, que la acción de enviar correos electrónicos partiendo de una base de datos. Obviamente, hablamos de plan de marketing porque detrás hay un estudio, se han marcado unos objetivos y, por supuesto, se llevarán a cabo mediciones de los resultados para saber a qué punto se ha llegado y por dónde continuar. Sin estas bases, simplemente, no se puede asegurar que se tengan buenos resultados. Es más, lo más probable es que no, a no ser que se tenga suerte.
En el marketing no se trata de suerte sino de saber qué hacer, en qué momento y a quién dirigirse. Pues bien una estrategia de email marketing ayudará a planificar el correo electrónico que se quiere mandar, el tipo de contenido que se incluirá y a quién irá dirigido. Además de esto, sirve para asegurar que esos emails tengan coherencia con la marca y lo que ésta quiere transmitir.
Cómo definir la estrategia de email marketing
No, no te pongas a escribir todavía. Cualquier acción de marketing que se lleva a cabo tiene que haber contado con una estrategia previa. Tenemos que pensar que siempre que se invierte en marketing se mete en juego tiempo y dinero. Por supuesto, el marketing es la base para conseguir más ventas, pero todo lleva un proceso.
Por una parte, podemos echar un vistazo a las mejores herramientas de email marketing que existen. Éstas nos ayudarán a enviar correos electrónicos de manera masiva y, además, cuentan con plantillas prediseñadas para que tengamos una base de la que partir. Por otra, no queda más remedio que preparar una estrategia bien detallada. Los pasos a seguir son los siguientes.
Definir el objetivo a alcanzar
Los puntos de partida siempre serán los mismos dentro de una estrategia de email marketing. Hay que tener claro, desde el minuto uno, el qué y a quién.
Por el qué nos estamos refiriendo a aquello que queremos transmitir. ¿Estamos hablando de productos o servicios? Quizás hay alguna novedad en este terreno o una información relevante para el posible consumidor en forma de promoción. Sea como fuere tenemos que tener claro qué mensaje queremos hacer llegar.
En cuanto al quién, parece bastante obvio. Hay que conocer muy bien a nuestro público. ¿Te has preguntado alguna vez para qué sirve una base de datos de clientes? Pues para esto mismo, para poder contactarles cuando hace falta. Y, además, si ésta se usa bien podemos obtener la segmentación adecuada. Quizás el producto o servicio nuevo que se lanza no es para todo nuestro público, sino sólo para una parte. Es mejor concentrarse en las personas que pueden querer comprar o pueden tener interés en aquello que se ofrece.
Ponte en el lugar del cliente
De nada sirve quedarse en el puesto de trabajo cómodo y tratar de ver desde ahí todo lo que hace falta en una estrategia de marketing. Es importante el intentar ir un paso más allá. ¿Quieres saber lo que quieren tus clientes? Trata de pensar como ellos, ponte en su lugar, intenta adelantar cuál podría ser su respuesta a un email de tu empresa. ¿Es interesante la información que se le está mandando? ¿Falta algo? O, incluso, ¿es el cliente a quien debe llegar ese tipo de información?
Este paso no siempre resulta sencillo porque cuando uno está dentro de una empresa y conoce toda la información hacer reset y partir desde cero es un ejercicio que se debe aprender, pero es fundamental. Incluso sirve el pedir ayuda a amigos o familiares y pedirles ser honestos ante el email que se ha preparado. Si son libres en este sentido dirán qué falta, qué sobra, si es de su interés o no y puede ser una buena manera de hacer una selección posterior.
Marcar la frecuencia de envíos
Lo poco gusta y lo mucho, cansa. Es una regla básica pero que bien puede aplicarse en este caso de las estrategias de email marketing. Sí, tenemos que usar los emails y hacerlos llegar a nuestras listas de contactos previamente seleccionados, pero tampoco todos los días.
Aunque en esto no hay reglas fijas sí hay que entender que todos estamos expuestos a una gran cantidad de información a diario. Si un posible cliente recibe un email que le puede interesar en un email oportuno las posibilidades de que lo abra son bastante importantes. Pero, incluso haciendo todo bien, si esos emails se empiezan a acumular a los ojos de esa misma persona parecerán como spam. Hay una delegada línea, pero hay que saber verla.
Normalmente, con una vez al mes en el que se use este método de comunicación directa basta. En el caso de alguna excepción, como cuando se lanza una promoción especial, siempre se puede mandar algún email extra.
Diseñar y redactar contenido
Partimos de un buen punto porque si hemos llegado hasta aquí quiere decir que los puntos anteriores se han seguido y están claros. Ahora es el momento de redactar nuestro email y de diseñarlo.
Las palabras son importantes, pero la imagen que se transmite, también y debemos estar atentos a todo. Es lógico pensar que en ese email tenemos que aprovecharnos del momento de atención que nos prestan estos clientes o potenciales clientes. Es por este motivo por el que en la mayoría de ellos se incluirán las conocidas como CTA, es decir, las llamadas a la acción o Call To Action, en inglés.
Al receptor le llegará un email que tiene que ser de su interés y, siendo así, ¿qué mejor que darle la mano y llevarle hasta la compra? Cosas tan simples como anunciar una promoción, hablar de unidades limitadas o de la posible participación en un sorteo suelen funcionar.
Como hemos podido comprobar el email marketing es una estrategia fundamental y conviene aprender a usarla, con independencia del tipo de empresa con el que se cuente porque tiene un potencial a considerar.
Importante, en cualquier caso, saber que requiere de una inversión de dinero, pero no sólo. Toda la preparación previa, la estrategia que se desarrolle y el plan que se trace serán fundamentales para intentar llegar al objetivo propuesto.
Algunos pasos básicos a seguir nos pueden ayudar a la hora de definir nuestra propia estrategia comercial con el uso del email marketing. Fundamental, por supuesto, saber qué queremos hacer llegar y a quién, pero no menos controlar la cantidad de mensajes que se mandan, entender qué puede necesitar el público al que nos dirigimos y cómo se diseñe y se redacte el email en sí.
El email marketing nos ofrece un canal directo de comunicación y de información, ayuda a reforzar la imagen de la empresa, sirve para fidelizar a los clientes actuales y llega a clientes potenciales interesados en aquello que la empresa vende. Importante, incluso, el cuidar los pequeños detalles. No basta con hacer los envíos de correos electrónicos justos sino saber elegir el día y la hora. Ahora que ya sabes como definir la estrategia de email marketing no hay excusa para no tener éxito.
